Casi amanece... Con mi taza de te oigo a Simone...
Atardecer... En el filo del monte, cables y antenas...
La media luna... El bus se tarda, pero... la media luna...
Aún en la cola... Allí viene de vuelta el helicóptero...
¿Un helicóptero? La luz que parpadea entra en la nube...
Farolas nuevas... La nitidez de mi sombra sobre el asfalto...
Cola del bus... Al menos hasta el cuarto toca esperar...
Ya sin neblinas... En la pared de piedra, las flores lilas...
Ruido de lluvia… En el fogón de leña unas cachapas…
¿Será que hoy llueve? Desde hace varios años no veo perezas...
Desigualdades... Los alambres de púas en cada casa...
Tráfico lento... El musgo sobre el tronco de la palmera...
Pasa un bus lleno... Al sol del medio dia un perro flaco...
Me acerco lento... La parada del bus abarrotada...
Cae una hoja... El canto de chicharras en la arboleda...
De vuelta a casa… Las hojas de guarumo sobre el asfalto…
Mientras bajaba subían autobuses... Ahora bajan...
Baja la niebla... Un perro y una perra suben la cuesta...
Día nublado… Botellas de cerveza sobre la acera...
Entre neblinas la silueta del sol… Cacas de perro…
Camión de frutas… Pasan cuatro ancianos hablando bajo…
Desmalezaron… Unas flores de árnica, casi marchitas…
Me acaricia la brisa matutina… Hojitas secas…
Día de compras… Al borde del camino las florecitas…
Canto de pájaros… Sobre los troncos secos, enredaderas…
Se dañó el carro... Caminando al mercado, tropiezo haikus...
Barro en la boca... el perrito perdido no tiene placa...
Abejoncito... Al ponerlo bocabajo vuelve a la vida...
Anaranjado amanece tras las nubes... la luna blanca...
Piernas cortitas... A mis años no logro seguirle el paso...
Murmura el agua... el frío de la piedra bajo mis pies...